Perdonar. Confiar. Reír. Llorar. Abrazar. Contener. Sincerar. Entregar. Saber escuchar. Saber callar. Saber hablar. Admirar el momento. Aprovecharlo. Achicarse para ser grande. Ser humilde para ser fuerte. Resistir. Luchar. Descansar. Mirar el camino recorrido. Proyectar el que viene. No engañar. No engañarse. No dejarse engañar. Erguirse. Levantar banderas. Tomar posturas. Defenderlas. Estar abierto al error. Errar. Admitir el error. Corregir. Valorar al otro. De verdad. Sin condicionamientos. Sin imposiciones. Sin ataduras. Sin censuras. Ser como niños. Así, simples. Confiados. Inocentes. Espontáneos. Inquietos. Exploradores. Necesitados de amor. Amor maternal. De madre que no mide. Que entrega todo. Que lleva la vida. Que pare la vida. Que cuida la vida. Sea donde sea. Hasta en un precario pesebre. Porque lo que importa es otra cosa. Lo importante es el fruto. No el dolor ni el sufrimiento…
Por fin, la cuestión es encender una luz allí donde la oscuridad está empecinada en perpetuarse. Esa es la esencia de la Navidad.
2 comentarios:
Gracias Pedro querido por todos las imagenes que me compartis y poder disfrutar del talento bello que el Señor te regalo y vos fielmente has desarrollado... un abrazo enorme y FELIZ NAVIDAD!!!
De nada Natalia!! Un placer compartir lo poco o mucho que uno puede dar... gracias por tus palabras!! Feliz Navidad!!
Publicar un comentario