La cuestión cuando se presenta una nube sobre nosotros es discernir si protege del sol o trae la tormenta, si resguarda o invade, si la oscuridad que genera es necesaria y pasajera o destructiva y permanente, si es el principio de más que vendrán o el final de las que ya se fueron…
Debemos tener en claro que no tiene que haber una amenazante descomposición del clima para que aparezca… a veces en la misma mansedumbre, en medio de un cielo bien celeste, sigilosamente se planta encima de nosotros y nos abarca completamente…
No necesariamente debe ser gris ni presagiar refucilos… inclusive puede ser majestuosa, bella, imponente…
Lo más importante es saber diferenciar para qué, por qué y hasta cuándo estará esa nube sobre nuestra rutina… sabiendo que no permanecerá para siempre: tanto si nos protege como sin nos atormenta, algún día el viento se la llevará… y allí, antes o después, aparecerá otra, y el discernimiento comenzará de nuevo…
2 comentarios:
Beautiful shot.
Thank you Justin!
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